Preinscripción en línea para la preparación al Sacramento de Comunión o Confirmación | Ciclo 2021 – 2022
Los cristianos tratamos de hacer las cosas como las hizo Jesús. También debemos vivir nuestro Bautismo como Jesús vivió el suyo.
En aquellos días, llegó Jesús desde Nazaret y su primo Juan lo bautizo en el río Jordán. Cuando salió del agua, el cielo comenzó a brillar. Entonces el Espíritu Santo bajó del cielo en forma de paloma y se oyó la voz de Dios padre que decía: “Tu eres mi Hijo amado, mi elegido”.
Marcos 1, 9-11
El sacramento de Bautismo es muy importante, es el fundamento de toda nuestra vida cristiana.
El Bautismo tiene varios efectos en nosotros: Nos purifica de todos los pecados, nos hace hijos adoptivos de Dios, miembros de Cristo, coherederos de su Reino, templos del Espíritu Santo y pasamos a ser miembros de la iglesia.
Todos los bautizados somos hijos de Dios, sin importar la raza o el color.
Todos los hijos de Dios somo iguales; muy valiosos y tenemos la misma dignidad. El bautismo nos hace a todos hermanos.
Significa que podemos dirigirnos a Dios con toda la confianza de un hijo a su Padre. Nos hace sentirnos profundamente amados por nuestro Padre.
Ser hijos de Dios nos da dos compromisos: Esforzarnos para vivir como verdaderos hijos de Dios y amar a todos sus hijos, que son nuestros hermanos.